miércoles, 14 de marzo de 2012

Santiago en 100 Palabras

Atlantis

Y así te veo…vestida con torres de hierro, surcada por ríos de concreto, adornada por doradas luces que descubren tu silueta cuando la fría noche abraza tus rincones.
Tus padres te llamaron Santiago de la nueva Extremadura, yo prefiero llamarte Atlantis, como el antiguo imperio perdido, pues seguro estoy de que bajo esos mantos indisolubles que cubren como escamas tus nativas pieles, se esconde y susurra en secreto el alma de un legado de vida puro, con el que me conecto cada vez que cierro mis sentidos; con el que bailo cada vez que me pierdo en tus memorias.

Mil años, un segundo

Te observé eternamente; en tus ojos el reflejo obstruido de aquel encuentro tomaba protagonismo, dejando como eco lagrimas en tus pieles.
Yo también lo vi, pero en ti su mirada calo mas hondo. Ahí estabas, absorta. Fueron los ojos de un ángel los que despertaron tu conciencia. No importó nada… harapos, vasijas, cartones… ¡nada! Era un sabio, lo leíste en su mirada, un sabio que ha visto pasar a siete millones de almas cada día, sin que ninguna vea la de él; rompiste el hechizo, y de regalo te contó toda su vida, en tan solo un segundo. 

Metro – Pretextos

No te molestes en negarlo, no mas excusas. Se que el tiempo pasa rápido, se que el apuro a veces gana, se que te esperan en casa, se que el calor es tortuoso, se que la gente estorba, se que ese metro cuadrado hace las veces de tumba, se que te complica, se que te molesta, pero te repito…no mas excusas, solo di que me viste y que tus ojos me negaron, te vi bajar la mirada. Te confieso… yo también lo he hecho, cientos de veces, te niego en mi memoria, recuerdos y pensares…pero sin excusas.