miércoles, 5 de diciembre de 2012

Trinidad incomprendida


Felicidad

El agobiante síntoma de la frustración resuena y genera ecos con furia en mi cabeza. Esa constante lucha por tratar de estar mejor es agotadora. Pienso en “la búsqueda de la felicidad”; me pregunto si será un estado, un momento, o una arrebatada explosión de hormonas. ¿Qué es estar feliz? ¿Cuándo dura? Y por sobre todas las cosas ¿Qué hacer para materializarla y hacerla eterna?

Todo comenzó hace unos días atrás. Distrayendo mi mente o perdiendo mi tiempo (que es lo mas normal) con el Facebook, vi pasar uno tras otros los comentarios de quienes se hacen llamar “amigos del ciberespacio”. Me llamó la atención el de una persona en particular, que decía algo así como “Feliz! Lejos los mejores dos años de mi vida”.

¡¿De que estamos hablando?! ¿Cómo es posible que una persona sea capaz de celebrar e informar que su vida hace dos años es un constante estado de alegrías? Fue difícil. No fue envidia lo que sentí, solo fue una sensación de incertidumbre. Pensaba en que jamás en mi vida habría sido capaz de asegurar a nadie ni a nada que mi vida o una parte tan extensa de ella era tan magníficamente perfecta.

Es cierto, no me puedo quejar, sin duda he tenido mis momentos. Pero… ¿Un año?... ¿Dos años?...en fin, sentía que algo no me calzaba. Así pues, como todo lo que no calza con nuestras creencias y/o costumbres no tuve más remedio que ponerlo en duda. Típico….no lo veo, no lo creo.

Comencé a pensar en la felicidad. En que sería lo que podría estar pasando con un individuo X que lo puede llegar a hacer tan inmensamente feliz, y por sobre todo, por un periodo tan prolongado.

¿Era quizás una persona fácil de satisfacer? ¿Era quizás una persona sin muchas proyecciones, sin nada que lo sacara de un estado de paz gracias a la no búsqueda de nuevos horizontes?...nada me hacia sentido, y siendo muy sincero…aun no lo hace. Pero tuve mis conclusiones disfrazadas de mis típicas revelaciones personales.

Frustración

Creo en la oscuridad como la ausencia de luz. Creo en el silencio como la ausencia de ruido, pero de ninguna forma creo en la infelicidad como la ausencia de felicidad. Creo que la infelicidad se asocia directa y profundamente con la frustración.
Estamos constantemente sometidos a las frustraciones. Para defender mi punto presento a continuación una descripción que mucho me gustó de esta palabra:

Frustración
“…Del latín frustratĭo, la frustración es la acción y efecto de frustrar
(dejar sin efecto o malograr un intento). Se trata de un sentimiento
desagradable que se produce cuando las expectativas de una persona no se
ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido…”


¿No nos produce a todos un deje de malestar emocional cuando somos incapaces de satisfacer nuestras expectativas? Esto es la calve de la infelicidad ¿no?, el no poder tolerar el fracaso, el dejar cabos sueltos…emociones insatisfechas.

La muerte llega, la muerte llegará. Con o  sin aviso nos rodeara a todos y nos llevará a un lugar que mi mente es incapaz de imaginar. Pero, ¿Por qué sentir pena cuando se va un ser querido?... es la frustración, es esa sensación desagradable que nos produce saber que no volveremos a ver a esa persona, no es nada mas que  frustración.

Y así, puedo pensar en cientos de ejemplos que dejan cada vez mas claro en mi mente que mis infelicidades no son motivadas por no tener motivos para ser feliz, sino que son motivadas por los eventos que frustran mis intenciones, deseos, anhelos, etc.

Pues entonces, en este diagrama mental de ideas he logrado comprender el motivo de mis infelicidades, o más bien, por que no siempre me siento feliz.

Pero…algo falta, algo que me ayude a tolerar la frustración para que no genere infelicidad. Y bueno, creo que lo tengo. Ahora vamos con la parte tres.

El Esfuerzo

Esforzarse. Que palabra más múltiplemente sentida. Me recuerda tantas épocas de mi vida; en verdad que la he escuchado en tantas circunstancias diferentes.

Esfuérzate por tus notas o no triunfaras = Evitar la frustración del fracaso académico.

Esfuérzate por correr mas rápido = Evitar la frustración generada en la competencia deportiva.

Esfuérzate por tener un puesto mas alto = Evitar la frustración que sobrelleva el vivir en una sociedad profundamente contaminada por el ego.

En fin, el esfuerzo se traduce en una herramienta que nos ayuda a no sentir dolor. Nos esforzamos para evitar una circunstancia de vida que nos frustre, que nos quite felicidad, luego, que nos haga infelices.

Pero ¿tiene algo de malo el esfuerzo? Creo que no, creo que esforzarse por algo es en si misma una poderosa forma de conocer nuestra tolerancia a la frustración y de manejar nuestro equilibrio emocional. Pero también creo que puede ser llevado a un punto tan negativo que genera muerte emocional, una descomposición de la armonía que tienen las cosas cuando fluyen.

La palabra “esforzar” viene de generar fuerza, de aplicar mas fuerza a un evento. De sacar de su flujo natural de progresión a una circunstancia normal.

Cuando nos esforzamos por algo dejamos de creer en las casualidades, dejamos de creer en que podemos hacer las cosas bien solo porque nacimos para eso.

Un buen ejemplo:
Puedo ser una persona que realmente no viene hecha genéticamente para estudiar medicina, pero mis padres son al extremo tradicionalistas y quieren tener un medico en la familia. El resultado…poner a un ser humano a hacer lo que menos bien hace en la vida, se esfuerza, se esfuerza realmente hasta ya no poder más, finalmente se frustra, maldición!! La infelicidad llegó. 
Para cuando todo termina el chico ya mas adulto observará y dirá: “no fue fácil, tuve que pasar por mucho, pero acá estoy, SOY UN MEDICO”.
Esta bien, la vida no es fácil, ciertos procesos cuestan mas que otros y esta bien, pero ¿ESO ES SER FELIZ?  La verdad es que nos conocemos tan poco que intentamos hacer cosas que nos generan un esfuerzo sobrehumano, el que a la larga nos termina destruyendo.

Entiendo que existe una línea muy delicada entre el esfuerzo que se aplica en un evento que se relaciona a una pasión, y a un evento mal estudiado; entiendo que el esfuerzo es positivo en cientos de casos; pero no confundir mis pensares. Creo que el esfuerzo mal utilizado es un arma letal experta en generar infelicidad.

Queriendo concluir, tratare de plasmar una visión que involucre esta trinidad de conceptos que he expuesto.

Las cosas más hermosas en la vida son las que llegan sin que las busquemos, son las que aparecen gracias a la obra divina de la casualidad. Cuando dejamos que la vida fluya sin forzar las cosas realmente nos hacemos acreedores de momentos mágicos que no saben de frustraciones, pues así viviremos en un mundo que estará absolutamente alejado de pretensiones.

Es importante conocernos bien, saber quienes somos y para donde vamos. No caer en las trampas sociales que nos obligan a ser alguien que no queremos ser, alguien que no fluye por esa corriente, alguien que de una u otra forma terminará frustrado tras tantos esfuerzos realizados y no siempre bien correspondidos.

Dejar que la vida se adapte a nuestra esencia, no que nuestra escancia se adapte a la vida. Y si es necesario esforzarse en un momento, hacerlo con inteligencia, no por derrochar energía, no por que te tilden de flojo al no hacerlo.

Es tan terrible ver a tanta gente infeliz dando tremendos esfuerzos por cumplir lo que socialmente se les pide. Trabajo, universidad, hijos… ¿es eso una vida sana? La respuesta me parece mas que clara.

Hago un llamado a fluir como el viento, a ser quienes creemos que debemos ser, a alejarnos del esfuerzo impuesto y esforzarnos por lo que creemos correcto en un ciento por ciento, así nos alejaremos de las frustraciones que roban indiscriminadamente nuestra felicidad.