jueves, 13 de junio de 2013

Los 42 pensamientos de un mortal que gusta de la escalada...respecto de la escalada.

Ad portas de cumplir siete años escalando me he querido aventurar en escribir por primera vez una especie de “testimonio” de las cosas que he aprendido desde que comenzó, por allá en el año 2006, esta aventura.

Primero que todo, hacer hincapié en que esta es una visión absolutamente PERSONAL.

Segundo, me basaré en este interesante sistema de las “42 frases de X”…en este caso “42 pensamientos breves”.
El listado que a continuación comparto ha sido creado tras haber vivido distintas experiencias en el mundo de la escalada, que van desde el mismo hecho de escalar hasta organizar eventos, organizar competencias, organizar equipatones, equipar rutas, crear clubes, crear empresas, tener accidentes, competir,  viajar por escalar y una decena de otras vivencias.

  1. Nunca trates de ser mejor que otro, pues aunque lo logres ser siempre habrá alguien mejor en el camino. Ser mejor que alguien es una subjetividad engañosa y te puede llevar a alimentar egos inservibles. Lucha por ser cada vez mejor que tu viejo “TU”, siendo objetivo en los sistemas que uses para evaluarte.
  2. La graduación de dificultad es una guía, no la realidad absoluta.
  3. Es imposible que algo sea imposible, solo puede ser extremadamente difícil. Dale espacio a tu mente para soñar y creer que todo lo que veas, tanto en fotos, videos o en persona, es realizable con trabajo y esfuerzo.
  4. Equipar rutas no es la única forma de contribuir a la comunidad escaladora. Existen distintas formas  nobles de contribuir. Considera tus limitaciones tanto en conocimientos técnicos como económicas. Si tu idea es contribuir podrás ayudar hasta recogiendo la basura de tu zona de escalda más cercana, invitando a escalar a un amigo o corrigiendo la técnica de un colega.   
  5. El escalador es un ser especial, a veces muy egoísta y orgulloso. Considera esta premisa siempre que tengas un intercambio de opiniones con alguien. Te ayudará a salir de un debate cuando este apunte a egocentrismos y se desvirtúe.
  6. Los equipadores de rutas y jueces de nuestras competencias nacionales merecen la misma  admiración (y quizás más) que los expertos finalistas. Es un trabajo muy duro y de una responsabilidad tremenda, y lamentablemente mal remunerado en ocasiones.
  7. La escalada es un deporte relativamente nuevo en nuestro país y por lo mismo existe mucha gente que monopoliza ideas y recursos tanto financieros como intelectuales. Ante eso, nunca te detengas. Los recambios son buenos y es hora de que gente más joven con ideas renovadas lleve las riendas de algunos temas. Nunca te detengas!
  8. Un buen escalador es un buen asegurador. Aprende a cuidar con responsabilidad y con una técnica depurada a tu partner. Préstale tanta atención como a tu escalada.
  9. Tu equipo de escalada es sagrado. Préstale especial cuidado. Es finalmente lo que te mantendrá seguro (vivo) como para seguir con el jueguito este de la escalada.
  10. Encontrarás en tu camino gente extraña, que mirará en menos tus logros o que intentará poner los suyos por sobre los tuyos. Insisto, los escaladores tenemos un serio problema con el ego y a veces sentimos envidia de otros y nos cuesta asumirlo. Hay que ser muy “capo” como para  darle cara al ego. Practica esto a diario!
  11. Viaja! La escalada es una de las formas más bonitas de conocer tu entorno! Viaja tanto como puedas! Te ayudará a conocerte a ti mismo y al mundo entero. Técnicamente, te entregará un mayor repertorio de recursos y movimientos a los que podrás acudir cuando estés escalando. Todas las rocas y sectores tienen su “maña” que los caracteriza.
  12. Hacer un Solo-Integral no es simple. Arriesgas mucho. Si lo quieres hacer procura hablar con alguien que lo haya hecho anteriormente en varias oportunidades. Analiza las posibilidades, evalúa la calidad de la roca, evalúa tus propias capacidades, no expongas a otros a presenciar una catástrofe, se responsable y por supuesto…100% comprometido.
  13. La motivación es interna. Jamás le perderás el miedo a las caídas con la presión de los demás. Escucha sus concejos y acoge su apoyo, pero eres TU quien decide el momento y el lugar. Aun así, esfuérzate por enfrentar tus temores. No es más valiente el que no teme sino el que se atreve a trascender sus miedos.
  14. Cuida al medio ambiente en todo momento, no te creas que por no botar una colilla en tu zona de escalada favorita le haces un favor al mundo. El cuidado del ambiente es más que eso! Camina más, compra una bicicleta, recicla la basura, etc.
  15. Enseña tanto como puedas!! Pero hazlo con conciencia. Quienes están aprendiendo son unas esponjas de información y absorberán todos los comentarios que les lleguen. Cuida los conocimientos que regales, debes estar seguro de que lo que sabes está bien aprendido.
  16. La clave del éxito: No bouling – no Friendship. La escalada es una fiesta. Ríete más de tus amigos que con tus amigos.
  17. Lucha por descentralizar la escalada. Que este hermoso deporte no caiga en lo que han caído otros tantos.
  18. Cuida tus lesiones. Para cuando haya que parar. Si puedes pagar un médico acude a él lo antes posible, no te las des de wolverine.  
  19. Si te accidentas, mantén la calma. Ayudará mucho a quienes te intenten socorrer. Y después de que te socorran invítales un asado con hato vino.
  20. Ten paciencia. Hay gente que se le hace más difíciles algunas cosas. Cuando estés proponiendo un boulder en el gimnasio, no te ofusques si lo tienes que repetir 4 veces porque Juanito no lo retiene…a Juanito le cuesta retener, Juanito no te quiere hacer daño!
  21. Practica el perdón. Si alguien pavió en asegurarte no le hagas la cruz, hazle ver tu postura y sus falencias. El cabro no puede ser tan pollo.
  22. Para los enamorados. Las parejas tienden a discutir mientras escalan, hay que asumirlo; tienen tanta confianza en ellos (o se tienen tan hartos) que se critican todo lo que puedan (cosas que no le criticarían a otro). Solo recuerden que sus “peleítas” incomodan a la manada.
  23. Las zapatillas de escalada son una broma de mal gusto. Cuestan mucho y duran poco. Mantente ahorrando periódicamente para comprar tus zapatillas. Las viejas regálalas, no las guardes por décadas.
  24. El magnesio es el milagro más grande que dios ha creado. Ríndele tributo y compártelo con la manada.
  25. Valora los medios de difusión de la escalada en Chile. Estamos creciendo y evolucionando en el deporte. Por fin contamos con una variada gama de fuentes de información para los fanáticos de la escalada. Busca la sinergia entre ellas. No potencies los cahuines ni las malas intenciones.
  26. En los foros de escalada, vierte tus opiniones con responsabilidad y  con respeto.
  27. Cuídate de las vinchucas, ellas no se cuidan de ti.
  28. Competir es casi un deporte diferente, no te frustres si obtienes malos resultados. Mucho tiene que ver la estrategia cuando no eres extremadamente fuerte.
  29. Los excesos hacen mal, dejan a tu cuerpo expuesto a las lesiones y a tu mente a mandarse “ranasos”. Cuídate de ello.
  30. El Parque Nacional Torres del Paine es un sueño hecho realidad. Debes visitarlo! Es tu deber como amante de la escalada.
  31. Cuando equipes una ruta preocúpate de los detalles. La línea de caída, la línea de la cuerda, las aristas que tenga la ruta, la exposición a la salinidad en ambientes costeros, las posibilidades de expansores y/o pernos que ofrece el mercado, la distancia de los seguros, etc. Hazlo de manera consiente, no te apures. Es una pega que se tiene que hacer bien o mejor no se hace.
  32. Tus logros son un regalo de ti para ti, no de ti para el mundo. Disfruta de la sensación de haber cumplido un objetivo, no de que los demás se enteren que lo hiciste.
  33. No seas prejuicioso. Mucha gente es más valiosa e interesante de lo que aparenta ser a 1era vista
  34. Se tolerante, existen muchas formas de ver la escalada y de vivirla. Respeta cada una de ellas y saca de sus representantes todas las lecciones que puedas, desde el grupo de los borrachos hasta los místicos poéticos armónicos. Todos tienen algo que te puede servir.
  35. Nunca, pero nunca le tengas miedo a decir “no sé”. Siempre será mejor preguntar a improvisar sobre la marcha.
  36. Lleva a tanta gente como puedas a escalar por primera vez. No olvides nunca lo bien que te sentiste cuando subiste esa piedra o muro o lo que fuese por vez primera. El escalar es un privilegio que muy pocos hemos tenido la oportunidad de probar.
  37. No te frustres si le temes a una caída, a la trad, a la artifo u otro estilo de escalada. El solo hecho de escalar boulder, en toprope o como sea ya te hace perteneciente al selecto grupo de personas que escalan en este mundo, y déjame decirte que no somos ni un 0,1% de la población del planeta. Ya eres más valiente que MUCHOS!
  38. No te sientas mal por ser un desadaptado social. Por lo menos desde tu punto de vista y con tu forma de vivir aprecias el verdadero mundo, no ese que está escondido bajo toneladas de cemento.
  39. Si te toca ser padre, no te prives de tu pasión. Los hijos de la manada son siempre bienvenidos. Siempre tendrás a más de un mandril que te ayudará a cuidar a tu bebe mientras le das uno que otro pegue. Aléjate de los lugares con desprendimientos recurrentes, toma las medidas, pero nunca te prives de tu pasión. Un hijo es una bendición.
  40. Lee por lo menos una vez en tu vida de escalador el libro Guerreros de la Roca de Arno Ilgner; lee la biografía de Wolfgang güllich, ve los míticos Master of the Stone y nunca, pero nunca dejes de investigar acerca de las grandes hazañas que se han logrado en las diferentes directrices de la escalada.
  41. Si escalando te encuentras con los ViñaClimbers, junta miedo y consigue un abridor (destapador).
  42. SI tienes un amigo que se apode SOPAPO, dale mucho amor. Él lo necesita y no tiene la culpa de ser así. 


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Trinidad incomprendida


Felicidad

El agobiante síntoma de la frustración resuena y genera ecos con furia en mi cabeza. Esa constante lucha por tratar de estar mejor es agotadora. Pienso en “la búsqueda de la felicidad”; me pregunto si será un estado, un momento, o una arrebatada explosión de hormonas. ¿Qué es estar feliz? ¿Cuándo dura? Y por sobre todas las cosas ¿Qué hacer para materializarla y hacerla eterna?

Todo comenzó hace unos días atrás. Distrayendo mi mente o perdiendo mi tiempo (que es lo mas normal) con el Facebook, vi pasar uno tras otros los comentarios de quienes se hacen llamar “amigos del ciberespacio”. Me llamó la atención el de una persona en particular, que decía algo así como “Feliz! Lejos los mejores dos años de mi vida”.

¡¿De que estamos hablando?! ¿Cómo es posible que una persona sea capaz de celebrar e informar que su vida hace dos años es un constante estado de alegrías? Fue difícil. No fue envidia lo que sentí, solo fue una sensación de incertidumbre. Pensaba en que jamás en mi vida habría sido capaz de asegurar a nadie ni a nada que mi vida o una parte tan extensa de ella era tan magníficamente perfecta.

Es cierto, no me puedo quejar, sin duda he tenido mis momentos. Pero… ¿Un año?... ¿Dos años?...en fin, sentía que algo no me calzaba. Así pues, como todo lo que no calza con nuestras creencias y/o costumbres no tuve más remedio que ponerlo en duda. Típico….no lo veo, no lo creo.

Comencé a pensar en la felicidad. En que sería lo que podría estar pasando con un individuo X que lo puede llegar a hacer tan inmensamente feliz, y por sobre todo, por un periodo tan prolongado.

¿Era quizás una persona fácil de satisfacer? ¿Era quizás una persona sin muchas proyecciones, sin nada que lo sacara de un estado de paz gracias a la no búsqueda de nuevos horizontes?...nada me hacia sentido, y siendo muy sincero…aun no lo hace. Pero tuve mis conclusiones disfrazadas de mis típicas revelaciones personales.

Frustración

Creo en la oscuridad como la ausencia de luz. Creo en el silencio como la ausencia de ruido, pero de ninguna forma creo en la infelicidad como la ausencia de felicidad. Creo que la infelicidad se asocia directa y profundamente con la frustración.
Estamos constantemente sometidos a las frustraciones. Para defender mi punto presento a continuación una descripción que mucho me gustó de esta palabra:

Frustración
“…Del latín frustratĭo, la frustración es la acción y efecto de frustrar
(dejar sin efecto o malograr un intento). Se trata de un sentimiento
desagradable que se produce cuando las expectativas de una persona no se
ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido…”


¿No nos produce a todos un deje de malestar emocional cuando somos incapaces de satisfacer nuestras expectativas? Esto es la calve de la infelicidad ¿no?, el no poder tolerar el fracaso, el dejar cabos sueltos…emociones insatisfechas.

La muerte llega, la muerte llegará. Con o  sin aviso nos rodeara a todos y nos llevará a un lugar que mi mente es incapaz de imaginar. Pero, ¿Por qué sentir pena cuando se va un ser querido?... es la frustración, es esa sensación desagradable que nos produce saber que no volveremos a ver a esa persona, no es nada mas que  frustración.

Y así, puedo pensar en cientos de ejemplos que dejan cada vez mas claro en mi mente que mis infelicidades no son motivadas por no tener motivos para ser feliz, sino que son motivadas por los eventos que frustran mis intenciones, deseos, anhelos, etc.

Pues entonces, en este diagrama mental de ideas he logrado comprender el motivo de mis infelicidades, o más bien, por que no siempre me siento feliz.

Pero…algo falta, algo que me ayude a tolerar la frustración para que no genere infelicidad. Y bueno, creo que lo tengo. Ahora vamos con la parte tres.

El Esfuerzo

Esforzarse. Que palabra más múltiplemente sentida. Me recuerda tantas épocas de mi vida; en verdad que la he escuchado en tantas circunstancias diferentes.

Esfuérzate por tus notas o no triunfaras = Evitar la frustración del fracaso académico.

Esfuérzate por correr mas rápido = Evitar la frustración generada en la competencia deportiva.

Esfuérzate por tener un puesto mas alto = Evitar la frustración que sobrelleva el vivir en una sociedad profundamente contaminada por el ego.

En fin, el esfuerzo se traduce en una herramienta que nos ayuda a no sentir dolor. Nos esforzamos para evitar una circunstancia de vida que nos frustre, que nos quite felicidad, luego, que nos haga infelices.

Pero ¿tiene algo de malo el esfuerzo? Creo que no, creo que esforzarse por algo es en si misma una poderosa forma de conocer nuestra tolerancia a la frustración y de manejar nuestro equilibrio emocional. Pero también creo que puede ser llevado a un punto tan negativo que genera muerte emocional, una descomposición de la armonía que tienen las cosas cuando fluyen.

La palabra “esforzar” viene de generar fuerza, de aplicar mas fuerza a un evento. De sacar de su flujo natural de progresión a una circunstancia normal.

Cuando nos esforzamos por algo dejamos de creer en las casualidades, dejamos de creer en que podemos hacer las cosas bien solo porque nacimos para eso.

Un buen ejemplo:
Puedo ser una persona que realmente no viene hecha genéticamente para estudiar medicina, pero mis padres son al extremo tradicionalistas y quieren tener un medico en la familia. El resultado…poner a un ser humano a hacer lo que menos bien hace en la vida, se esfuerza, se esfuerza realmente hasta ya no poder más, finalmente se frustra, maldición!! La infelicidad llegó. 
Para cuando todo termina el chico ya mas adulto observará y dirá: “no fue fácil, tuve que pasar por mucho, pero acá estoy, SOY UN MEDICO”.
Esta bien, la vida no es fácil, ciertos procesos cuestan mas que otros y esta bien, pero ¿ESO ES SER FELIZ?  La verdad es que nos conocemos tan poco que intentamos hacer cosas que nos generan un esfuerzo sobrehumano, el que a la larga nos termina destruyendo.

Entiendo que existe una línea muy delicada entre el esfuerzo que se aplica en un evento que se relaciona a una pasión, y a un evento mal estudiado; entiendo que el esfuerzo es positivo en cientos de casos; pero no confundir mis pensares. Creo que el esfuerzo mal utilizado es un arma letal experta en generar infelicidad.

Queriendo concluir, tratare de plasmar una visión que involucre esta trinidad de conceptos que he expuesto.

Las cosas más hermosas en la vida son las que llegan sin que las busquemos, son las que aparecen gracias a la obra divina de la casualidad. Cuando dejamos que la vida fluya sin forzar las cosas realmente nos hacemos acreedores de momentos mágicos que no saben de frustraciones, pues así viviremos en un mundo que estará absolutamente alejado de pretensiones.

Es importante conocernos bien, saber quienes somos y para donde vamos. No caer en las trampas sociales que nos obligan a ser alguien que no queremos ser, alguien que no fluye por esa corriente, alguien que de una u otra forma terminará frustrado tras tantos esfuerzos realizados y no siempre bien correspondidos.

Dejar que la vida se adapte a nuestra esencia, no que nuestra escancia se adapte a la vida. Y si es necesario esforzarse en un momento, hacerlo con inteligencia, no por derrochar energía, no por que te tilden de flojo al no hacerlo.

Es tan terrible ver a tanta gente infeliz dando tremendos esfuerzos por cumplir lo que socialmente se les pide. Trabajo, universidad, hijos… ¿es eso una vida sana? La respuesta me parece mas que clara.

Hago un llamado a fluir como el viento, a ser quienes creemos que debemos ser, a alejarnos del esfuerzo impuesto y esforzarnos por lo que creemos correcto en un ciento por ciento, así nos alejaremos de las frustraciones que roban indiscriminadamente nuestra felicidad. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Santiago en 100 Palabras

Atlantis

Y así te veo…vestida con torres de hierro, surcada por ríos de concreto, adornada por doradas luces que descubren tu silueta cuando la fría noche abraza tus rincones.
Tus padres te llamaron Santiago de la nueva Extremadura, yo prefiero llamarte Atlantis, como el antiguo imperio perdido, pues seguro estoy de que bajo esos mantos indisolubles que cubren como escamas tus nativas pieles, se esconde y susurra en secreto el alma de un legado de vida puro, con el que me conecto cada vez que cierro mis sentidos; con el que bailo cada vez que me pierdo en tus memorias.

Mil años, un segundo

Te observé eternamente; en tus ojos el reflejo obstruido de aquel encuentro tomaba protagonismo, dejando como eco lagrimas en tus pieles.
Yo también lo vi, pero en ti su mirada calo mas hondo. Ahí estabas, absorta. Fueron los ojos de un ángel los que despertaron tu conciencia. No importó nada… harapos, vasijas, cartones… ¡nada! Era un sabio, lo leíste en su mirada, un sabio que ha visto pasar a siete millones de almas cada día, sin que ninguna vea la de él; rompiste el hechizo, y de regalo te contó toda su vida, en tan solo un segundo. 

Metro – Pretextos

No te molestes en negarlo, no mas excusas. Se que el tiempo pasa rápido, se que el apuro a veces gana, se que te esperan en casa, se que el calor es tortuoso, se que la gente estorba, se que ese metro cuadrado hace las veces de tumba, se que te complica, se que te molesta, pero te repito…no mas excusas, solo di que me viste y que tus ojos me negaron, te vi bajar la mirada. Te confieso… yo también lo he hecho, cientos de veces, te niego en mi memoria, recuerdos y pensares…pero sin excusas. 

miércoles, 1 de febrero de 2012

Concierto de Sonetos - De árboles y Hechizos

Radical y seguro, descontrolado pero calmo a la vez; bajo un ritmo incierto y variable alcanzo esta daga que desde hace mucho, y siempre a lo lejos resplandece prometiéndome bienestar; me  seduce, me conquista…la he utilizado, pero nunca con tanta firmeza. Esta vez seré tajante, inmisericordioso…seré quien siempre debí ser. Grito y me animo “¡voy por ti! ¡¿Quién puede ver sin ojos?¡… Una hechicera conjuró mis sentidos y mi sensatez.

Me animo…la alcanzo, mas confiado que nunca de llegar al limite…quizás mas allá. Con ella corto las ataduras que me mantienen desde hace lunas bajo la sombra de este pútrido árbol.

Me lastimo… las pieles que lo visten no son suaves como pensaba o como alguna vez lo fueron. Este ser de madera y verdes pieles, que fue designado como mi guardián pero que termino siendo mi tumba, no da tregua gracias al hechizo que le fue juramentado.

Pobre Ser, humilde y noble, amante de soles, gigante de gigantes…haz sido timado por un alma sin remedio. Eres bello y de tu belleza disfruté, pero aquello que nos unió ya no nos llevara a puerto seguro. Intenciones quemantes nos han atado, intenciones que sabían de mi debilidad hacia tus formas y energías, de mi pasión de pasar mis horas junto a tus ropas.

Sí, me lastimo…me lastimo por que arranco, a estas alturas el honor es pobre, es débil; la vida corre peligro.

Con fuerza tiro de estas ataduras, amarradas a tu tronco con nudos que coronadas con veneno hacen escurrir sus malévolas intenciones. Así despierto en la realidad, siempre leal y oportuna, que tarde o temprano aparece, la que me muestra nuestra verdad…tengo que salir de tus lamentos, ha pasado tiempo, es hora de partir…se que dolerá y está doliendo mucho, estas amarras fueron curadas con espanto, fueron forjadas en lamento…duele tirar de mis brazos y piernas y sentir sus redondos filos; pero es como tiene que ser…el quemante dolor de esta fisión dolerá, ya lo se….me repito “será solo el comienzo, estoy recostado en una cama de mentiras, es hora de levantar el vuelo”

Veo a mi  sangre regar tus raíces…¡pues que lo haga! Quiero deshacerme de este murmullo de humillaciones que corre por mis venas, pues cuando este lejos de ti…a pesar de que te amo….ya todo será polvo y pasado.

Por fin me desato, tras noches de intensa lucha logro salir de la prisión de estas amarras…me doy la vuelta, te miro, maldigo a tu hechicera, pues vivir en tus fauces era para mi un sueño, imagen que desapareció tras entender que habías sido envenenado. Debería haber llegado a ti convocado por otro conjuro, algo mas honesto…pues vivir a tu lado, sea cual sea la forma que tomes, siempre ha sido abrumadoramente encantador.

Camino en andas errantes, tambaleo y con solo una cumbre lejana entre mente y ojos camino desorbitado por un sendero que sin tropiezos me aleja de ti. Me siento nostálgico…y me pregunto ¿Por qué tardé tanto en tomar esa daga? ¿Qué me retrazó tanto? … las respuestas viajan rápido, vienen en oleadas, son confusas y por desgracia  ególatras… pero todas apuntan a un solo vientre... siempre me gusto la magia negra, era mi turno de beber un sorbo amargo.

Largas noches he recorrido para llegar a este punto en donde todo es más claro. He roto el conjuro, me siento y pienso, medito y respiro, recuerdo y aprendo. Desde acá ya no se siente tu energía, estoy a muchas leguas de tus turbias aguas. Siento paz, como hace tiempo no sentía. Miro a mí alrededor y logro una vez mas apreciar el bello color de la vida en las cosas. He vuelto a ser yo.

De hechizos pues ya no mas nada…de encantos y magias no se ni sabré. Me siento a salvo. Extraño sentarme junto a un árbol, es cierto…el calor de su presencia, las historias, las enseñanzas, los milagros; todo a quedado relegado a la utopía.

El futuro ya no existe, no en aquel contexto. Los prismas de mi mente ya no imaginan mi cuerpo lleno de llagas.

He aprendido mi lección:
Los árboles son nobles, los conjuros no…
La nobleza siempre paga consecuencias severas, los conjuros no…
Acercarse a un noble árbol es atrevido, es complejo…pues desde tiempos inmemoriales sus frutos han sido llenados con dulces sabores de traición.


Inspirado en el libro “Bajo el Árbol Amigo” de Frederic Solergibert
Concierto de Sonetos -Introducción - De árboles y Hechizos




viernes, 12 de agosto de 2011

Sangre y Valores


Cuando comienzas a escribir, tu mente se suelta; comienzas a ver detalles en la vida cotidiana que son justos merecedores de tu labia y que de alguna forma ruegan por ser considerados como fuentes de inspiración.
Sucede desde tiempos inmemoriales, desde nuestros más antiguos antepasados, quienes  pintaban sus cavernas con pinturas hechas a base de flores y raíces, inspirados por los animales que los rodeaban, sus peligros, temores y amores.  Hasta las más actuales obras de arte, siendo estas últimas motivadas de igual forma que las más primitivas, aun que a veces más abstractas e incomprensibles.

Cuando estas con la “mente suelta” y con los dedos inspirados, todo te susurra de alguna manera. En mi caso, paso largos momentos del día observando a mi alrededor en busca de algo que motive mi naciente fibra de escritor, pero es increíble como la inspiración llega siempre de donde no lo esperas. Suceden cosas que te hacen un “clik”, que te dejan pasmado, que te mueven un nervio escondido, y es cuando dices ¡lo tengo! es hora de escribir.

Buscando un momento de relajo y distracción, me encontré con la siguiente frase:

“…fuiste criado en una familia de actores, por eso eres un buen actor; en cambio, yo fui criado en una familia de guerreros, por eso soy un buen guerrero. No le pidas a un guerrero que finja ser actor, pues no podrá; pero un actor siempre podrá fingir ser un guerrero…”

Palabras de Lord Eddard “Ned” Stark, de la serie Game of Thrones, creada por David Benioff y D.B Weiss y basada en el Best Seller “A Song of Ice and Fire”, del autor George R.R Martin, mientras se dirige a uno de los concejeros del rey, a la espera de su juicio.

Fue suficiente, esta frase llamo tanto mi atención que mi mente se encuentra desbordada de ideas y recuerdos. Hay cosas que se mezclan con tu estado emocional actual y te llevan en un viaje infinito. Solo sucede cuando estas abierto a despegar, cuando le das permiso a tus neuronas para dar un paseo por lo abstracto y lo intangible, esos recuerdos y experiencias que nos marcaron y nos han hecho ser quien somos, que quedan en un registro mental como tatuajes cerebrales…debo reconocer que me encanta divagar en estos confines.

Me refiero a continuación al tema medular, aquel que genera hoy mi motivación por convocar mis emociones y plasmarlas en estas raras formas curvas y rectas que llamamos alfabeto.

Existió en mi vida, y que por suerte para mí me acompaño desde que nací (no podría haber sido de otra forma), un ser humano de una grandeza y nobleza incomparables. Su nombre fue Jaime Díaz Lira, mi abuelo; un guerrero con todas sus letras y derechos.

Padre de trece hermosos hijos y esposo de una mujer a la que no alcancé a conocer por aquellos acares de la vida; vida que me trajo a este mundo semanas antes de su pronta partida, pero que me ha dejado como testimonio de su existencia hermosas historias a cerca de su amor por la vida y su aprecio por sus retoños. Me hubiese encantado haber podido estar en sus brazos, pero algún día nos reuniremos, en donde la vida no tiene tiempo, y sabrá de lo mucho que me acompaña día tras día, a pesar de no estar físicamente en mi vida.
Don Jaime, como le llamaban algunos, fue una persona muy humilde, trabajo duro para darle a sus trece hijos una educación digna, que les permitiera enfrentar la vida con más y mejores herramientas. Pasó gran parte de su vida siendo Tornero en la central Hidroeléctrica de Queltehues, en el Cajón del Maipo; lugar en donde vio nacer a muchos de sus hijos, entre los cuales se encuentra mi Madre.

Un poblado muy modesto, pero lleno de belleza. La vida me ha regalado la oportunidad de pasar por aquel lugar, tan lleno de memorias de mi casta, tanto por mi amor por la escalada como por viajes familiares. Los Díaz somos muy aclanados, y fue sin duda aquel lugar donde nació toda esta magia.

Un trabajo humilde, trece hijos que alimentar y educar, y dios sabe cuantas otras cosas que resolver y tolerar, sin duda no hicieron la vida de mi gran antecesor fácil. Pero fue un guerrero, a su manera, pero lo fue; educo a sus hijos y hoy puedo decir con orgullo que cuento con una familia hermosa, que como todas tiene sus diferencias, pero que sin duda está unida por un legado que trasciende todo problema personal y fugaz… el recuerdo de Don Jaime.

Esta lucha por la vida y la guerra a las adversidades, son cosas que trascienden, son cosas que no solo se inculcan en la educación, sino que estoy seguro que quedan guardadas en alguna parte de tu código genético. Esa sangre de guerrero, esa fuerza para salir adelante pase lo que pase, de cargar mochilas pesadas, grandes responsabilidades, es sin duda un legado que corre por la sangre de todo descendiente de este tremendo hombre.

Le debo mis ideales biológicos a Don Jaime, mi tata, y que con orgullo presento a vosotros, como dije anteriormente, como un tatuaje tatuado en mi corazón.

Pero Don Jaime no solo tenía sangre de guerrero, también supo inculcar una visión de exitismo poderosa en muchos de sus trece hijos. Se forma así una mezcla poderosa, no se trata solo de que corra sangre guerrera por tus venas, sino que se mezcla con la enseñanza de la nobleza. Es un maridaje perfecto, valentía mas nobleza, amor mas respeto. Esta mixtura de ideales y genes ha sido parte fundamental de mi desarrollo personal, pues en quien fuese mi formadora y educadora, incondicional amante y consoladora,  estos ideales han sido un eje fundamental a la hora de criar a sus hijos, los nietos de Don Jaime; hablo de mi Madre y sus cuatro cachorros.

En una vida que no ha estado ajena a los mismos pesares por los que tuvo que pasar Don Jaime, mi madre ha luchado con la armadura puesta, con una espada fina y elegante contra todo aquel peligro que hubiese asechado la vida de sus polluelos. Al igual que Don Jaime, saco ese coraje, ese aprecio por la vida y la felicidad, y entendió perfectamente la fórmula del éxito, la unión de la valentía y la nobleza, el amor por sus hijos y la devoción por la familia.

Son cosas fundamentales, no importa lo dura que te pueda haber tocado la vida, a mis veinticinco años soy capaz de comprender que con un espíritu de guerrero, humilde y noble, no existirá adversario que pueda contigo, la vida costara…obvio, la vida no será fácil…¿Quién dijo que lo sería?, la vida no te regalará nada…¿Quién nació para ser obsequiado eternamente? En fin, la vida será la vida siempre, y dependerá de tus valores e ideales como te enfrentes ante ella. ¿Como un actor, que finge tener todo bajo control, o como un guerrero, que entiende sus falencias y trasciende el fuego con su armadura de nobleza?

Nací en una familia modesta, que ha pasado por altos muy altos y bajos muy bajos, hemos tenido que luchar todos contra los embates de los malos momentos, pero siempre unidos, como un solo cuerpo ganándole a la corriente.

Hasta mis diez años de edad viví con tres mujeres a mi alrededor, mis dos hermosas hermanas y mi madre. Hasta aquel entonces se me inculco en lo mas profundo de mis valores que las  mujeres eran y serán una flor, y que se les debe un respeto único y exclusivo. Recuerdo una vez que en una de nuestras infinitas peleas de hermanos, con mi hermana mas próxima nos pusimos los guantes y nos comenzamos a acariciar con golpes y patadas, habré tenido unos once años y fue la primera vez que me sentí superior a mi hermana, pues al ser mayor que yo siempre me toco salir de perdedor en nuestros encuentros epistolares; aquella vez fui el gallo más fuerte, gane la batalla pero no la guerra, aun faltaba el decreto supremo de la reina, mi Madre. ¿Para qué entrar en detalles?, pero me dejo muy en claro que no importa el motivo, no importa quien tenga o no tenga la culpa, a las mujeres no se les golpea. Salí perdiendo luego de mi gran batalla, por fin me erguía por sobre la adversidad de ser el hermano menor, era como un sueño, pero logrado sin nobleza. Madre, el tiempo una vez más te ha dado la razón, y aquella vez hace ya tantos años en la que me enseñaste lo que era el respeto hacia una mujer no se me ha olvidado nunca. Ya no hablo de golpes, claro, esa es una historia de la niñez, hablo de valores, del respeto, hablo de la importancia de nuestros pequeños episodios en la vida que para algunos pasan desapercibidos, pero que para otros dejan una marca imborrable de sabiduría y poder, y que tarde o temprano, cuando llegue el momento, funcionara como una espada forjada en valores.

Me acerco a la parte más fundamental de mi relato, me acerco al epilogo de mis andares inconscientes y mi encuentro con mis recuerdos.

No somos quien se nos educó en el colegio, no somos quienes queremos ser, o en gran parte sí, pero existe una gran responsabilidad, que es sabida por todos pero no valorada por todos. Es digno de pensares y divagares mentales el estudiar los valores que se nos han inculcado desde que fuimos pequeños. Doy gracias a quien sea que haya creado este universo por haber nacido en una familia que me ha educado para ser un guerrero, que me ha enseñado a sobreponerme frente a cualquier adversidad, con nobleza y respeto. Doy gracias por haber sido bendecido con valores tan poderosos como es el amor por la familia y mis hermanos. Agradezco infinitamente el legado que dejo mi gran tótem Don Jaime Díaz Lira y sus enseñanzas a cerca de la valentía y la voluntad para sobreponerse ante las adversidades cuando todo podría ser negro. Agradezco los valores que mi madre con tanta paciencia y tolerancia ha inculcado en mi, pues me han hecho ser una persona que ama la vida y que la respeta por sobre cualquier cosa, que ama a su familia y sus integrantes. Agradezco por sobre todo que me hayan enseñado a amar como un caballero, como un guerrero, amar ante todo, luchar por lo que uno quiere y respetarlo y cuidarlo como un tesoro.

Siento un orgullo tremendo de poder gritarle al mundo que no soy un actor que intenta pasar por esta vida creyendo ser un guerrero, sino que me siento hoy, más que nunca en mi vida, una persona con una capacidad de lucha incansable e interminable, la vida no me la ha puesto fácil, pero estoy bien preparado, me crie con guerreros, ¿Qué mas podría ser?

De paternidad no se mucho, pero algún día me tocara a mi enseñarle a una nueva vida los bellos valores que se me han obsequiado como testimonio de una familia hermosa, he visto lo que ha hecho mi hermana con mi hermosa sobrina, que hoy es la luz de mi camino; al igual que yo, ella ha sido una luchadora, una guerrera y hoy la vida la ha premiado con una hermosa hija a quien amar y entregar todo lo que se nos fue dejado como herencia, la más noble de las herencias…saber amar.

Dedico estas palabras con especial emoción y cariño a mi hermosa familia, tíos, hermanas y me pequeño y amado hermano que es mi más gran preocupación en la vida, a mi hermosa madre, a mis primos (como no quererlos) y a todo ser que se haya acercado a mi vida en busca de un poquito de esto que es lo mejor que se entregar…cariño y amor.

Y dedico estas líneas especialmente a Don Jaime Díaz Lira, que me espera en alguna parte del universo para seguir enseñándome las bellas cosas de vivir, contándome sus increíbles historias y haciéndome los juguetes más modestos pero más bellos que jamás soñé.

Con cariño… el Walo

lunes, 25 de julio de 2011

Arcilla, grietas y bolsas de aire

Siempre he sentido la latente incomodidad de que cada vez que intento escribir algo, mi mente se detiene mucho tiempo a pensar en como maridar una interesante historia, con una parábola o alguna forma de escribir que lleve un mensaje entre líneas. Creo que lo que me gusta de escribir es eso, no ser tan explicito, dejar que el lector logre rescatar e interpretar lo que pueda de algún relato. He ahí la obsesión por ocultar mensajes tras párrafos a veces disfrazados de prosas, otras veces más sensibles, y otras tantas casi imperceptibles e irracionales.

El desafío esta vez es relatar una experiencia, y manifestar abiertamente el aprendizaje extraído de esta misma, exponiendo en menor medida lo técnico, pero dándole más protagonismo a lo más sutil.

Ciertas costumbres parecen olvidadas en el baúl del recuerdo de una sociedad tecnologizada, sin duda encontramos entretención y paz en elementos llenos de tornillos, cables y pantallas. Es una extraña forma de ver la vida, una extraña forma de distraer la mente.
Decir que no formo parte de aquel mundo seria hipócrita, debo admitir que paso largas horas de mi vida buscando y vagando en el cyber espacio. De alguna forma, muchas veces logro complacer mi necesidad de entretención y algo más que basura cibernética queda en mi cabeza. Eso no pasa muy seguido, hay que decirlo.

Tiempo de vacaciones, tiempo de descansar de un semestre complicado y no exento de conflictos mentales; sin duda vivir estos días de descanso haciendo las mismas cosas de siempre sería jugar a ser el mismo ser del cual necesito descansar. Definitivamente es hora de probar algo nuevo, que desarrolle habilidades nuevas y que por sobre todo, despierte algunas fibras medias dormidas y/o abandonadas.


Gracias a una iniciativa nacida de aquella mujer que me dio la vida, mi madre,  fuimos el pasado sábado a participar de un curso de trabajo con Arcilla, para hacer vasijas, adornos, jarros y todo cuanto objeto se le pueda a uno imaginar, la verdad es que la cosa da para mucho.

Súper interesante, primero, no se trabaja con torno, acá la cosa es con una técnica llamada “el pellizcado”, es todo manual, nada de motores ni fuerzas centrifugas.
No se si será mas fácil o mas difícil, pero lo que si es claro es que la diferencia es radical. La utilización neta de las manos te recuerda mucho cuando eras niño, cuando jugabas con tierra, con barro, cuando el teclado del computador era tu enemigo íntimo. Tuve la suerte de ser criado en un mundo muy diferente al de hoy, jugaba mucho en el patio de mi casa, con tierra y barro, cuando digo “mucho” juro por dios que era MUCHO.

Por suerte siempre tuve una madre aventurera, que no dejaba pasar ni un fin de semana sin llevarnos a algún bello lugar distante de nuestra casa, en donde pudiésemos tener un contacto directo con la naturaleza, su belleza y bondades.

Creo, y estoy seguro, que son estas experiencias vividas en la juventud las que te terminan definiendo, parece obvio, si eres hijo de un padre golpeador, lo mas probable es que seas tu mismo un padre golpeador, pero….a lo que apunto es a otra cosa. Desde muy pequeño siempre fui muy emotivo, me recuerdo viajando en el auto con mi familia cuando la noche en Atacama caía y la eterna ausencia de nueves dejaba desnudo el cielo, ofreciendo a las estrellas como faros astrales. Era un placer, viajar de noche para mí era un verdadero placer, apoyar mi cabeza en la ventana y dejarme llevar por la reveladora idea de que el universo era eterno. Uffff, creo que eso me pasa hasta hoy.

En fin, mi naturaleza siempre fue un tanto perceptiva, medio “volado” como se podría decir ahora, un tipo muy calido, muy amigo de mis amigos, muy cariñoso y atento….eso se lo debo a mi educación, mi madre ha sido simplemente una imagen muy poderosa.

Pero fuera de todas estas cosas que nos definen como seres autónomos, que se presentan como patrones genéticos que predominan ante lo vivido,  y  que ciertas veces se conjugan con agentes externos, sociales (tal como dice la filosofía griega “la sociedad hace al individuo”), educacionales, etc. Existe una característica propia de cada ser humano, que no responde a patrones hereditarios, sociales ni genéticos. Se puede tratar de dar respuesta a ello mediante el estudio que han ofrecido diversas culturas; como lo explica el doctor Deepak Chopra en diversos de sus libros basados en el Ayurbeda (el libro de la vida), se distingue 3 Doshas o arquetipos, los que nos definen como individuos sensitivos, haciendo un análisis de nuestras características predominantes.
Lo que hace la astrología, con 12 casas zodiacales a las que pertenecemos según nuestra fecha de nacimiento y la disposición del sol, es muy parecido; lo hace el horóscopo chino, lo hace el calendario maya, lo hace la psicología actual fichándote de “obsesivo, obsesivo compulsivo, compulsivo obsesivo, etc”. En fin, tantas culturas, tantas ciencias, tantos cerebros han intentado dar respuesta a un factor humano que se presenta de forma aleatoria, que simplemente ES en cada uno de nosotros. ¿De donde vendrá? Pues me es indiferente ¿lo podré controlar? Pues me es indiferente, lo que me interesa, es saber definirlo, entenderlo y sacarle todo el provecho que pueda a esta cualidad que no responde a modelos ni esquemas.

En mi caso, creo que nací con una capacidad analítica, pero desde el punto de vista emotivo, de todas las cosas. Siempre desarmaba todo, ¡TODO! Los juguetes de mis amigos, de mis primos, los artefactos eléctricos de mi hogar, ¡todo! Lo desarmaba para comprender como estaban hechos. Eso fue solo el comienzo, era como un juego. Ahora es diferente, las cosas se desarman mentalmente, me hago una imagen de las cosas, de las situaciones, analizo y descifro, es algo incontrolable, nada pasa por que si, todo tiene un significado, a veces es enloquecedor. Lo bueno es que de un tiempo a esta parte, esta capacidad de analizar el mundo y lo que lo compone se ha trasformado en una terapia, pues ahora veo las cosas de otra forma. Desnudo mis experiencias, las desarmo, las ordeno, las observo por separado  desde un punto de vista externo. Y creo que siempre logro extraer una aprendizaje importante, que me ayudará a ser un mejor humano, y no digo persona, digo HUMANO, es mas completo, mas noble. Ese es sin duda mi factor diferenciador…seguro, sacar algo de todo lo que me sucede, aun que a veces duela, aun que a veces duela mucho.

Lo explicare mejor mas adelante….retened la idea.

Volvemos a la arcilla, al trabajo manual, a la tierra. Durante tres horas trabajamos en crear dos vasijas las que nos ayudarían a entender las técnicas básicas de confección y por sobre todo de reparación del material. Acá haremos nuestra primera parada.

Las grietas

 La arcilla es una mujer complicada, es difícil trabajar con ella, si eres muy violento obtendrás resultados nefastos, si eres muy suave quizás no logres lo que esperabas,  al parecer hay que saber conocer a cada mezcla de arcilla con la que se trabaje, pues no todas son iguales, y será necesario un trato y un trabajo diferente con cada una de ellas.
Es un tema sutil, a veces estas de lo mejor, progresando en tu desafío de lograr una forma interesante, hasta que ¡CHAN! Aparece una gran grieta, casi irreparable, y luego te das cuenta de que hay mas, observas que en verdad las paredes de tu intento de vasija son absolutamente poco proporcionales entre ellas, te das cuenta de que la distribución de las cantidades de arcilla no son parejas entre los hemisferios de tu “obra de arte” de tu “consagración” de tu “Hijo hecho de la tierra”….es frustrante, en verdad lo hiciste casi todo muy mal, a excepción de algo, y esto es lo mas valioso.

Acá viene mi mente ridícula y analítica, que busca aprendizajes en todo lo que hace.

Cuando vez la nefasta creación que haz engendrado, tan llena de errores, te dan ganas de tomar lo que sea que hayas hecho, hacerlo una gran bola de barro, y comenzar de nuevo. Es lo más simple. Para que perder el tiempo en resolver errores si puedes comenzar de nuevo. Esa es tu soluciones, estas casi al borde de hacerlo, pues entonces, aparece nuestra profesara, Susan, a quien conozco desde que era un polluelo; ella con una paciencia y una suavidad casi desagarradota nos invita a arreglar los errores, no a comenzar de cero, sino que con una serie de técnicas muy simples y fáciles de aplicar, se es posible reparar todo. Es lento, muy lento, insitito, seria mas fácil tomar la arcilla y partir de cero, pero ¿Dónde esta el aprendizaje? Definitivamente la vida no es así, no tenemos la posibilidad de despertar al otro día y pensar que todos nuestros errores y fallas hayan desaparecido y aparecer en un mundo resuelto y nuevo.

Las grietas aparecerán, y no podemos retraernos de ellas, no podemos pasar por el lado y seguir, cuando el horno este listo y metamos en él nuestra escultura y esta se agriete hasta quedar como una pasa, veremos que en verdad nos equivocamos en el comienzo, cuando todo era evitable.

Muchas veces, los humanos creemos que la salida de un problema se ve muy compleja, que es muy tediosa, que tomara mucho tiempo, y seguimos con nuestra vida, sin prestar atención al pasado que aclama por ser resuelto, a pequeñas grietas que dejamos en el pasado, y que el día en que la vida nos exija una sabiduría que se encuentra en esa zona agrietada, los resultados serán nefastos, pues nunca nos resolvimos en ese respecto, lo dejamos pasar, nuestra vasija de sabiduría creció y se endureció, hasta puntos donde es casi imposible recuperar la forma optima…aun así, la arcilla siempre deja espacio para enmendar fallas, en todo momento y en todos sus estados, al igual que la vida.

La arcilla acumula aire, si no amazas bien, mientras trabajes notaras que aparecen pequeñas embolias de aire, que en su momento, cuando llegue la hora del orno, explotaran pues el aire buscara por donde escapar, ese será el fin de tu “5ta sinfonía”, todo por dejar pasar los errores, como si no nos fuesen a penar mas adelante.

Considero que todos quienes nos hacemos llamar humanos, hemos cometido mas de algún error vergonzoso y que queremos sepultar bajo mil capas de tierra, pues nuestra naturaleza humana es así, no somos perfectos, los errores suceden, y sucederán. Si no fuese así, según mis creencias etéricas, ya no estaríamos en este plano, si fuésemos seres perfectos no viviríamos en este mundo. Estamos aquí para aprender algo. Algo importante. Pero no podemos vivir un día mas sin resolver las fallas que nuestra vasijas de arcilla halla dejado en evidencia, pues nos será mas difícil cerrarlas en el fututo, seria una labor infinitamente mas tediosa y compleja.

Comparo la creación y la utilización de la arcilla con la vida, pues comparten muchas reglas genéricas. Existe una base, técnicas básicas con las que se trabaja el material; la vida también las tiene, hay cosas que son y que queramos o no hemos de respetar; existe un espacio para la improvisación, para la imaginación, para dejar fluir nuestras ideas y crear cosas innovadoras, al igual que la vida, que se presenta a veces como una bola de arcilla, tan moldeable, tan dócil.

La arcilla, mientras mas joven es mas moldeable, luego se pone terca, dura, casi intratable, adquiere una forma y una postura casi definitiva, al igual que la vida, desde que nacemos somos esponjas de aprendizajes, móviles, dóciles, blandos, pero al pasar el tiempo nos vamos estancando en una mente y en un cuerpo que se conserva por experiencias pasadas, no por sueños ni ideales nuevos y proyectados.

La arcilla me ha enseñado a que pase lo que pase, cueste lo que cueste, los errores son enmendables, todo tiene una solución, y que es normal convivir con esa sensación de querer mandar todo al carajo y comenzar de cero, pero SE PUEDE EVITAR, existen técnicas, la vida hoy en día gracias a la globalización, ha insertado en nuestras vidas diversas técnicas que distan mucho de lo que existía hace 50 años, costumbres budistas, hindúes, esotéricas, etc. Podemos encontrar formas de sanar nuestras heridas, nuestras grietas, de forma muy simple, solo bastará tiempo, disposición, y lo más bello…disfrutar del proceso.

jueves, 7 de julio de 2011

Mi primer intento

Cuando estas a punto de escribir y redactar tu primera publicación en un espacio como un blog, estas un poco complicado de ideas, en verdad no sabes por dónde empezar. Una persona que crea un espacio como este, lo hace porque sin duda tiene o siente la necesidad de exponerle al mundo no solo una, sino que un centenar de ideas que llevan largos periodos macerándose en la corteza de la sapiencia. y sumado a eso está la siempre presente idea de que ya no eres un niño y que es hora de que comiences a escribir de una buena vez cosas más cuerdas y que estas de alguna forma dejen un legado medianamente contribuidor a todo aquel ser que se acerque y lea tus impresiones y pensares.

Temas de contingencia sobran en este país, el conflicto estudiantil, las represas, el caso La Polar, son solo un puñado de lianas de las que un escritor podría aferrarse para escribir un artículo. Pero ¿no habrán cosas más importantes de que hablar?, en el sentido de que ¿no nos estaremos olvidando de analizar y dialogar acerca de la cuestión más importante y medular de todos estos aconteceres nacionales?

Mmmmm, es cierto, si nos ponemos a pensar detenidamente y vamos al trasfondo de todos estos problemas que nos afectan como sociedad e individuos, haciendo un análisis mas exhaustivo en el origen del todo, en el núcleo de los conflictos, en la raíz del árbol, mas aun…en el agua que riega el árbol, nos daremos cuenta de que lo que le falta a esta sociedad no es nada más y nada menos que amor.
Me sorprendo, nunca creí que mi primera columna fuese a cerca de un tema tan cursi como el rojo y colorado mentor de nuestras felicidades, el amor.

No importa donde sea que mires, no importa donde sea que pongas cual sea de tus sentidos, en casi todas las partes, secciones, geografías, lugares y momentos podrás percibir que el amor ya se ha ido y que ha dejado en su lugar nada más y nada menos que al egoísmo. Digo “en casi todas partes” pues existe un lugar sagrado, en donde se logra establecer una conexión pura e infinita con el prójimo y su alrededor, es un lugar donde se extinguen las lenguas quemantes del egoísmo y solo queda espacio para el amor, un lugar en donde embobas tus cinco sentidos y en donde pareciera que el tiempo se detiene, ufff que increíble ¿no? Hablare de aquel lugar más adelante.

Sin pudor creamos nuestras ciudades, levantamos nuestros edificios y producimos nuestros recursos, sin pudor vivimos insumidos en relaciones humanas y de pareja nefastas, que dejan como estela hijos abandonados, abortos, bouling, infidelidad, asesinatos, y todo cuanto acto egoísta podamos imaginar. Vivimos en una sociedad enferma, en donde nos olvidamos que los que la conforman somos nosotros; por tanto si vamos a los más puro y esencial del tema, somos nosotros los enfermos, pues nuestra sociedad no es más que la suma de todos nosotros.

Me ha tocado vivir y presenciar un sinfín de situaciones complejas que han dejado una huella profunda en mi integridad humana, y que hacen que esa percepción del egoísmo (es decir, la falta de amor) se acreciente cada vez más, llegando incluso a sentir repudio por vivir en este mundo y tener que tolerar tanta injusticia y dolor.

He tenido que despedir amigos, que hoy esperan en un universo lejano, víctimas de la sociedad y su enfermiza constitución, seres culpables solo de no haber sido lo suficientemente fuertes como para sobrellevar a este monstruo o simplemente muy puros de espíritu como para tolerar tanta miseria.
He visto sufrir a personas que amo y ame, por culpa de una sociedad egoísta, que no comprende y nunca comprenderá sus necesidades, y que los enferma haciéndolos llegar a niveles tan bajos como la auto aniquilación y el desenfreno.

He visto y he vivido en carne propia los rigores de la juventud que esta sociedad genera, cayendo en juegos con drogas, excesos de todo, menos de amor.

Sufro a diario las intermitentes señales de guerra que amenazan mi puerta, señales engendradas de una sociedad que lucra de la pobreza de algunos, una sociedad que no perdona si la economía no está de tu lado. Pero lo más terrible, es que somos nosotros mismos los que alimentamos aquella sociedad, somos nosotros los que preferimos a uno y no a otro por sus cualidades y características superficiales, siendo capaces incluso de abandonarlo todo por seguir una corazonada venidera de un corazón enfermo de egoísmo, absolutamente carente de amor.

Somos capaces de hacer sufrir a diestra y siniestra, escudándonos en el derecho que nos confiere el haber nacido libres, por lo tanto, equívocamente, nos creemos con la libertad de hacer sufrir, pues es nuestro derecho ¿no?, “mi persona ante todo” ¿no?...Ese es el pensamiento de un ser humano con un corazón enfermo de egoísmo. Quienes amen de verdad jamás usaran a otro como escudo, jamás utilizaran su derecho de libertad para dañar “libremente” al prójimo. Quienes aman de verdad señores, dan la piel por lo que les produce ese amor, pues desde mi punto de vista esa es la única misión que tengo en mi vida y es eso precisamente para lo que he venido a este mundo, para amar, pues de no ser así, y esta es una pregunta abierta ¿no creen que hubiésemos nacido en un mundo solo para nosotros, un mundo para cada uno, donde no sea necesario amar?

Presento mis quejas a esta sociedad ególatra, pues si se me ha dañado de alguna u otra forma, no puedo culpar al ser humano que lo hizo en particular, pues definitivamente si me dañó fue porque esta sociedad le enseño a hacerlo, fue porque su historial de vida jamás le enseño que el amar esta primero, que somos libres de tomar las decisiones que queramos pero han de ser respaldadas por amor. Así es, culpo a la sociedad, no al individuo, pues es esta sociedad la que engendra seres egoístas, que solo piensan en su bienestar, pasando por sobre los demás, por sobre sus ideales y sus sentimientos.

Pero es cierto, les hable a cerca de un lugar donde no existe maldad, donde no se correlacionan el amor con el egoísmo, donde simplemente reina una sensación de paz y armonía con el otro o “lo otro”. Este lugar está en todas partes y sucede con todas las cosas y eventos repetitivamente, eternamente en un ciclo  infinito. Para mí este espacio-momento es llamado “Amanecer”.

Amanecer viene de la palabra latina manescere”, que significa “comienzo o aparición de la luz”.
Que volado es este tipo ¿no?, ¡NO! Es muy simple, esta idea nace de un momento que por mucho tiempo lleno mi alma de paz, incluso cuando todo estaba oscuro y macabro. Ciertas mañanas tenía la posibilidad de despertar, abrir mis ojos, y ver la profunda, pura y hermosa mirada de la persona que en aquel entonces me amaba. Era un momento mágico, en donde afloraban las más bellas sensaciones de amor y apreciación por el prójimo que jamás he sentido. Un abrazo caluroso, un “buenos días”, nada era suficiente para celebrar la llegada de aquel momento, simplemente era, sucedía, y lo disfrutaba como a nada en todo mi día.

Hoy, entiendo que estos momentos de dan a diario en muchas cosas que pasan a nuestro alrededor. Constantemente despertamos, constantemente amanecen nuevos y destellantes momentos que duran lo que su naturaleza disponga y luego se van. Y en muchos de estos momentos podremos encontrar un momento de paz increíble, en donde todo mal y egoísmo se disipara, donde solo quedará espacio para el amor.

El “amanecer” del abrazo que me obsequia mi madre cuando me ve luego de muchos días, el primer contacto con la roca cuando me dispongo a escalarla, la primera mojada de magnesio, el primer beso del día, el primer bocado de un rico almuerzo, son todas sensaciones que amanecen y que rápidamente se van, al igual como lo hacia el milagro de esos ojos redondos que me miraban a la espera de un nuevo día para celebrar, un nuevo día para amar y dejar de odiar.

Si fuésemos capaces, en alguna medida, de apreciar mas estos momentos, de dedicarles más tiempo a las cosas más mundanas, a las cosas que nos definen como seres humanos y no a las cosas que nos definen como maquinas del consumismo, de la construcción, del egoísmo y del sufrimiento; podríamos estar hablando de otra sociedad, un sociedad más pura, donde el amor sea el argumento a la vida. Una sociedad que no enferme a sus integrantes, sino que los cobije, que los sane, que les enseñe a valorar todos los pequeños detalles que pasan ante nuestros ojos y que se nos pasan de largo por tener nuestra mente pensando en bobadas.

Es un concepto volado, lo sé, pero es mi forma de contribuir con esta sociedad. De que me sirve hablar de escalada, de mis experiencias, de mis dramas y problemas, si al final no estudiamos el porqué de aquellos pesares.

Lo que nos falta es amor. Dejar el egoísmo de lado, si te basurearon… olvídalo, entrega amor, si te engañaron… déjalo atrás, entrega amor. Un corazón enfermo de egoísmo pesa más que un corazón libre y lleno de amor.